El índice de siniestralidad de nuestra flota, además, debe ser considerado cuando se desea calcular el TCO. ¿Cómo reducir la siniestralidad de la flota? En este artículo lo descubriremos.
Los accidentes de los vehículos de una flota son un dolor de cabeza para los gestores. No solo por el factor humano. El coste es muy elevado en cuanto a la detención del servicio, el tener que apartar una unidad, el gasto en reparaciones y hasta, en ocasiones, el desembolso en reclamaciones y primas de seguros.
Cómo reducir la siniestralidad de tus vehículos
Hay algo que tienen en común los gestores de flotas de transporte de larga y corta distancia, de vehículos destinados a la última milla o de unidades comerciales: el deseo de reducir al mínimo los accidentes.
La adecuada gestión de la seguridad vial en el sector es clave porque incide en los costos de manera directa.
Capacitación en buenos hábitos
Las distracciones al volante forman parte de un conjunto mayor de malas prácticas a evitar, como el exceso de velocidad, el uso brusco de los frenos o las aceleraciones excesivas tras parada. Desde las compañías que utilizan flotas deben implantarse medidas de capacitación que favorezcan la mejora del conocimiento y las habilidades de los conductores y su grado de aptitud. También, su conciencia sobre la relevancia de mejorar la voluntad de conducir de manera segura. Algunas acciones efectivas son las siguientes:
- Desarrollo de programas de buenos hábitos de conducción que incluyan el análisis de casos y de acciones correctoras.
- Establecer un ranking de mejores conductores, con distinciones a los más destacados durante diferentes periodos de tiempo.
- Información sobre el índice de siniestralidad que presenta la flota en su conjunto, presentando su descenso como un objetivo compartido.
Inteligencia Artificial para limitar las distracciones
Reducir las distracciones de un conductor no es, al menos por el momento, tan sencillo como solo restringir la velocidad mediante limitadores instalados en los vehículos, que ayudan a los operarios a respetar la velocidad adecuada. Las aplicaciones del machine learning en la logística y el transporte tienen mucho que decir.
Detección de movimientos faciales y oculares
Mediante la detección automatizada y las cámaras habilitadas por IA, existen plataformas capaces de hallar distracciones y enviar alertas en la cabina en tiempo real. La estadounidense Samsara es pionera en su uso. Utiliza cámaras capaces de monitorizar los movimientos del conductor hasta el punto de detectar distracciones derivadas de la consulta del teléfono o de otro dispositivo. Cuando se dan unos movimientos faciales y oculares concretos, generan una alerta o advertencia. Se trata de una variante de los sistemas que encuentran síntomas de fatiga y/o somnolencia.
Limitación de acceso a otros usos del teléfono
Existe un gran desarrollo de aplicaciones que son capaces de disminuir las distracciones, en concreto las que se producen debido a la consulta del teléfono móvil durante las horas de conducción. Una de ellas es la estadounidense Nocell. Esta herramienta se integra en el teléfono del conductor y bloquea las aplicaciones innecesarias y potencialmente distractoras durante periodos concretos de tiempo. Personalizable y muy simple de utilizar, es compatible con todos los dispositivos y sistemas operativos.
Menos distracciones, más seguridad, menos costes
Reducir la siniestralidad de la flota supone disminuir los gastos de mantenimiento y los daños en los vehículos. También, mantener el ritmo de funcionamiento de la operativa. No solo por todo ello debe estar entre las prioridades del gestor de flotas. Hay que sumar que supone menos trámites administrativos para la investigación de incidentes y un menor pago de primas.
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En el plano humano, es necesario trabajar en consonancia con otros equipos, como el de recursos humanos, para entender por qué se producen y qué importancia tiene el factor del estrés de los conductores a la hora de caer en despistes y faltas de atención. Una conducción más eficiente y segura también genera una mayor satisfacción profesional, lo que tiene como consecuencia directa la reducción del absentismo laboral.