En el mundo empresarial, la toma de decisiones financieras sólidas es esencial para el éxito y la rentabilidad a largo plazo.
Una de las métricas financieras más importantes y útiles para las empresas que poseen y operan flotas de vehículos es el Costo Total de Propiedad, comúnmente conocido como TCO por sus siglas en inglés, que representa "Total Cost of Ownership". El TCO es una herramienta crucial que permite a las empresas comprender y controlar los costos asociados con sus activos, en este caso, los vehículos.
Teniendo en cuenta que las unidades de vehículos presentes en nuestras flotas son activos de alto costo, es imprescindible realizar un análisis TCO personalizado para aprovecharlos al máximo. A continuación, te explicamos cómo puedes realizar esta operación en tu empresa.
Los costos de gestión de flotas y, más específicamente, el costo total de propiedad o TCO miden el costo real de un vehículo. Te ayudarán si te estás preguntando cómo llevar un control de gastos en mi flota.
Un cálculo preciso de esta métrica puede ayudar a tu empresa a determinar cuándo reemplazar los vehículos de la flota o considerar la transición a vehículos arrendados. Es importante medir el TCO con cuidado porque un cálculo engañoso puede proporcionar información falsa sobre el costo de sus activos y llevar a decisiones financieras perjudiciales.
Existe una serie de factores que se deben tener en cuenta a la hora de calcular el TCO de tu flota. Entre ellos se cuentan el coste de adquisición, el mantenimiento, la depreciación de activos, el costo de licencias y la administración de vehículos.
Específicamente, la fórmula utilizada para calcularlo está estructurada de la siguiente manera:
Para ayudarte a aplicar la ecuación anterior, te explicamos brevemente algunos de los datos que te ayudarán a administrar tu flota vehicular y sus costes.
Cuantas más opciones se agreguen al vehículo, mayor será el costo. Por eso es importante considerar el valor de estas opciones adicionales para el negocio y el valor de reventa del vehículo. Por lo general, este valor incluye:
Ya sea que el vehículo esté alquilado o en propiedad, existe una carga financiera asociada al activo. Este es un costo importante que considerar. Algunas empresas tienen un costo de capital muy bajo ya que deciden comprar sus propios vehículos, en cuyo caso hay que tener en cuenta los intereses de los préstamos, mientras que otras se decantan por las ventajas del arrendamiento.
Lógicamente, los costos de combustible y costos de mantenimiento de los vehículos, así otros gastos generales del día a día, contribuyen en gran medida a tu TCO.
Vale la pena consultar el mercado o acceder a recursos de reventa profesionales para comprender mejor el valor del activo y el momento óptimo para reemplazarlo.
El TCO define el costo de poseer un vehículo desde el momento en el cual realizas la compra, pasando por su operación y mantenimiento hasta el momento en que dejas la posesión del mismo. Igualmente, es útil para tomar decisiones sobre:
En definitiva, al calcular los costos de tus operaciones es importante que tengas en cuenta todos los costos relacionados con la propiedad de tu flota de vehículos. Gracias al análisis TCO podrás adelantarte a los problemas de manera proactiva y beneficiarte de un ahorro de costos.