Uno de los principales gastos de las empresas de transporte es el combustible, por ello, conocer los factores que afectan en su gasto y poder reducirlos nos ayudará a optimizar nuestra flota y aumentar su rendimiento.
El consumo de combustible puede llegar a suponer cerca del 30% de los gastos directos de la operativa de tu flota, además de emitir gases contaminantes al utilizar gasolina o diésel. Conocer y tomar medidas para controlar y reducir el consumo de combustible de los vehículos es una acción necesaria para llevar a cabo una correcta gestión de flota.
El control del combustible debe poner el foco de atención en su consumo. El gasto por parte de un vehículo depende de varios factores a tener en cuenta como: tipo de combustible, antigüedad del vehículo y su estado, la forma de conducir, condiciones atmosféricas, condiciones de las rutas (como tráfico o daños en la carretera) u otros más.
Muchos condicionantes afectan en el consumo y control de combustible, pero el principal causante son los conductores. Estos activos de las empresas de transporte son los principales responsables del mayor gasto de combustible. Algunos de los ejemplos de este gasto son: conducciones ineficientes o robo de carburante. Por ello, algunas de las medidas tomadas para evitar estos riesgos son:
-Formación de buenas prácticas y conducción eficiente
-Colocar limitadores de velocidad
-Realizar mantenimientos periódicos
-Instalar dispositivos que apaguen el motor en paradas largas
-Planificar las rutas y asignaciones
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Estas son solo algunas de las medidas posibles a tener en cuenta para poder controlar el consumo de combustible y reducirlo.
Este control se tiene que llevar a cabo con una edición. Se puede hacer de diferentes maneras dependiendo si la empresa de transporte tiene servicio telemático o no. En caso de que sí lo tengan el consumo automáticamente es reportado, pero si no disponen de ello, el reporte se puede realizar o bien siendo el conductor el mismo que reporta ese gasto y lo puede introducir en el sistema, o bien que sea comunicado al gestor responsable de la flota y este incluya el dato.
Es importante que estos datos queden registrados y se lleve un control continuo. No importa si se hace cada mayor o menor periodo de tiempo o cada ciertos kilómetros.
Y también, se debe tener en cuenta el abastecimiento del combustible. Este factor también tiene su implicación en el gasto del consumo de combustible. Por ejemplo, si se trata de una empresa con una gran flota de vehículos, tener depósitos de combustible propios puede aportar ventajas como: un precio de combustible más bajo al obtener grandes cantidades, un control de repostaje más claro y fácil y mayor flexibilidad. O si se utilizan combustibles alternativos, es recomendable compartir los establecimientos de recarga con otras compañías.
Todos estos datos se deben considerar para después, en los reportes, poder conocer qué está provocando ese consumo de combustible y qué medidas se pueden tomar para reducirlo.
El objetivo de todo lo mencionado anteriormente es un óptimo control de combustible para reducir su gasto y conseguir una optimización en la gestión de la flota.