¿Sabías que nunca debes conducir con la mano derecha apoyada en la palanca de cambios de velocidad?
Uno de los peores hábitos que se tiene al conducir algún vehículo de transmisión manual es apoyar la mano derecha en la palanca de cambios.
Probablemente te estés preguntando "¿por qué?" y es que a la hora de manejar, una de las reglas de oro es que una vez se realice el cambio de velocidad con la mano derecha, esta debe regresar al volante.
Esta es una acción muy cotidiana y normalizada a la hora de conducir. Sin embargo, este mal hábito trae dos consecuencias que influyen directamente al conductor y a la unidad vehicular.
1: ¿Cómo me afecta al manejar?
La primera consecuencia tiene que ver con la seguridad, ya que al no tener las dos manos al volante, se reduce la capacidad de respuesta ante situaciones emergentes. Lo cuál puede ocasionar accidentes.
Además, la mejor posición de los brazos para conducir y evitar lesiones corporales, es con las manos al volante, en la posición 10:10.
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2: Daño a la vehículo
La segunda consecuencia es que, al mantener nuestra mano derecha apoyada en la palanca de cambios, se ejerce presión sobre ésta y por más mínima que sea, afecta mecánicamente al sistema de transmisión.
Este desencadena un desgaste prematuro en los engranajes y rodamientos, lo que hará que la visita al taller mecánico se adelante por mucho.
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Considera lo siguiente
Ya sea que manejes un vehículo manual o tengas una flota vehicular con este tipo de unidades, esta la importancia de siempre mantener las dos manos apoyadas sobre el volante.
En caso de que tengas que moverlas para bajar la ventanilla, subir el volumen del estéreo o cambiar de velocidad, regrésalas de inmediato a su posición original.