La logística inversa y la logística verde son conceptos relacionados con la sostenibilidad y el impacto ambiental en la industria de la logística, pero se enfocan en diferentes aspectos.
Tanto, que en ocasiones se producen confusiones entre los términos, o se utiliza uno cuando en realidad se está haciendo referencia al otro. Las diferencias entre logística inversa y verde en su impacto en el medio ambiente son claras, aunque se puede decir que la búsqueda de la sostenibilidad forma parte de la esencia de ambas. Conoce cuáles son las diferencias entre ambos conceptos en términos de su impacto en el medio ambiente:
Logística inversa y logística verde
Entendemos por logística inversa a todo el conjunto de procedimientos y prácticas que incluyen el regreso de mercancías y productos a pasos anteriores dentro de la cadena de suministro. Dado que su objetivo es que ese retorno se dé en el menor tiempo posible y al menor coste posible, se trata de operaciones integrales y en las que se persigue la obtención de la máxima eficiencia posible.
Una vez que se pone en marcha ese flujo inverso se abren varias posibilidades. Las dos principales son que el producto o mercancía regresen a un punto en el que puedan volver a integrarse en el flujo normal, y por lo tanto llegue a venderse, o que eso no sea posible. En este último caso, en el que no pasa de nuevo a formar parte del stock, el objetivo será el de recobrar el valor que tiene o el de eliminarlo de un modo eficiente y respetuoso con el medio ambiente.
Logística verde integrada en la logística inversa
En la logística inversa juegan un papel fundamental los procesos de reutilización, reparación, restauración y reciclaje. Todo esto es lo que dificulta, en ocasiones, la distinción entre la logística inversa y verde. Ambas están muy relacionadas, pero podría decirse que no existe logística verde sin una buena logística inversa, y que la logística inversa óptima en sí misma es, por definición, verde. Aunque ese no sea su principal objetivo.
Retorno comercial vs. sostenibilidad
Mientras que la logística inversa busca el retorno comercial y económico para el bien de las compañías, la logística verde se centra en reducir el impacto ambiental de las operativas. Busca la sostenibilidad de todas las acciones que forman parte de la cadena de suministro, desde la fabricación de los productos hasta el final de la vida útil y el reciclaje o la reutilización de éstos.
¿Qué acciones forman parte de la logística verde?
- Reducción de los niveles de contaminación en el medio ambiente (aire, suelo y agua), así como de la contaminación auditiva, en especial en el transporte de mercancías. Apostar por vehículos menos contaminantes y asegurar su correcto mantenimiento o acortar rutas en el proceso de distribución con un sistema de optimización de rutas son formas de lograrlo.
- Disminución de la huella de carbono de las operaciones logísticas. La normativa internacional UNE-EN 16258:2013 reúne las mediciones de los niveles de emisiones de gases de efecto invernadero y el cálculo del consumo de energía.
- Racionalidad en el uso de recursos y bienes, como por ejemplo el amortiguamiento del uso de embalajes. El packaging elegido debe procurar el menor impacto ambiental posible.
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Retos comunes para los dos tipos de logística
Los desafíos a los que se enfrentan hoy tanto la logística inversa como la logística verde con enormes, pero también compartidos. A pesar de las mejoras que los fabricantes han puesto sobre la mesa en materia de vehículos menos contaminantes, aún la dependencia de los carburantes derivados del petróleo es demasiado elevada.
Las alternativas al gasóleo son numerosas (electricidad, gas, hidrógeno, etc.), pero aún no se han desarrollado lo bastante como para competir en igualdad de condiciones en muchos servicios, en especial en transportes de larga distancia. A esto hay que sumar que las infraestructuras son aún escasas para la recarga de flotas no tradicionales, como las eléctricas.
Otro reto significativo es el aumento exponencial del ecommerce, que ha convertido la distribución en la última milla en un desafío sin precedentes para optimizar recorridos y para que no se disparen las emisiones ni la huella medioambiental.