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Fecha 28 agosto, 2020 Tiempo José Ángel Sanz Tiempo Control de gastos, Combustible Tiempo 3 Minutos

Control de combustible: por qué es tan importante para la operativa de una flota

Tener el control de combustible representa un objetivo permanente para todo gestor de flotas. El carburante es la principal partida de gasto en los vehículos, junto con los mantenimientos, y hay mucho en juego cada vez que una unidad de transporte realiza una parada para recargar el tanque de combustible. Por eso hemos querido explorar este apartado y conocer cuáles son las mejores prácticas y tecnologías de todas las dedicadas a obtener el máximo aprovechamiento de este recurso. 

Cómo lograr el control de combustible 

Para tener el control del combustible que se consume en tu flota es imprescindible contar con la total visibilidad del gasto del carburante, el precio al que se paga por él (lo que puede incluir a proveedores) y el rendimiento que aporta. Estos datos, que se detallan en el post Excel y transporte: 5 datos clave que podemos obtener de manera inmediata, pueden recopilarse mediante plantillas o pueden integrarse, de manera mucho más avanzada y precisa, en un software de gestión de flotas que cuente con esta funcionalidad. 

 

Esto tiene la ventaja de que permite establecer patrones de consumo, obtener reportes o cruzar los gastos de los proveedores. A esto hay que añadir que el control del combustible forma parte de una tarea común con otros departamentos de una organización, como los de finanzas o contabilidad. Mediante una plataforma de gestión digital y en la nube se puede producir el acceso simultáneo, desde varios dispositivos y en diferentes momentos a los documentos. Se trata de una forma óptima de conseguir la eficiencia operativa vehicular en una flota

Objetivo, el ahorro de carburante 

Reducir el apartado del gasto en carburante es todo un reto para los administradores de flotas. Una de las prácticas más efectivas es la de implantar buenas prácticas al volante en los conductores. Estas buenas prácticas incluyen toda una serie de medidas a aplicar durante el uso del vehículo, y que repercuten, no solo en el mayor aprovechamiento del combustible, sino en una mayor vida útil del vehículo y en un descenso de los costes por mantenimiento. Se estima que un manejo adecuado puede ahorrar entre un 5% y un 8% de combustible por vehículo.

¿Cuáles son las buenas prácticas al volante? Pasan por arrancar el motor sin presionar el pedal del acelerador, aumentar las revoluciones de manera progresiva si el motor no está aún caliente, efectuar los cambios de marcha en la zona de par máximo, utilizar en el propio beneficio las inercias de la unidad, como en las pendientes, o apagar el motor durante los estacionamientos superiores a los 2 minutos. También deben evitarse frenazos y aceleraciones bruscas,  así como mantener una velocidad estable. 

La planificación de rutas permite reducir el consumo de carburante, porque sirve para asegurarnos de que los vehículos recorren el menor número de kilómetros posible hasta llegar al punto de destino. Esto implica planificar el recorrido al detalle y estudiar con antelación la ruta a seguir. De esta manera es posible anticiparse a posibles incidencias, como restricciones de circulación o congestiones de tráfico.  

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Tecnologías para ahorrar combustible

Los fabricantes han implementado tecnologías que hacen posible ahorrar mucho combustible en los vehículos de transporte, y para comprobarlo basta con comparar los consumos ofrecidos por unidades producidas en los últimos años con los consumos de unidades que incorporan tecnología avanzada. A los sensores resistivos de última generación, cada vez más precisos, se le han sumado sensores acústicos y de ultrasonido y otros, como el anillo RFID. 

Funcionalidades como la tecnología ‘start-stop’ son especialmente útiles en entornos urbanos y de entrega en la última milla, en los que se producen muchas paradas obligadas por el tráfico y los estacionamientos para la carga y descarga. Los vehículos eléctricos representan un serio avance en materia de ahorro de combustible, ya sean, con diferentes características, eléctricos de baterías o Batery Electric Vehicle (BEV), eléctricos de autonomía extendida o Extended Range Electric Vehicle (EREV), híbridos enchufable o Plug-in Hybrid Electric Vehicle (PHEV), o híbridos integrales.