La velocidad es un factor clave en la seguridad vial, y reducir la velocidad de manejo puede tener un impacto significativo en la reducción de accidentes mortales.
En México, el exceso de velocidad es la principal causa de muerte en jóvenes de 19 a 29 años, y es el 7º lugar a nivel mundial en tasa de accidentes por exceso de velocidad.
Según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), reducir la velocidad en un 5% puede resultar en una disminución del 30% en la cantidad de accidentes mortales. Esto se debe a que la velocidad afecta directamente la capacidad de reacción de los conductores, el tiempo necesario para detener el vehículo y la gravedad de las lesiones en caso de colisión.
Entre 40% y 50% de los conductores no respetan los límites de velocidad. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, conducir a exceso de velocidad es la causa de 1.25 millones de muertes al año en todo el mundo.
La velocidad afecta la capacidad de reacción del conductor ante eventos inesperados en la vía, como la aparición repentina de un obstáculo o un peatón. A menor velocidad, el conductor tendrá más tiempo para anticiparse y reaccionar adecuadamente, evitando así posibles colisiones.
Una de cada tres muertes en accidentes viales es ocasionada por el exceso de velocidad.
Otro factor importante es la gravedad de las lesiones en caso de accidente. A velocidades más altas, la energía cinética del vehículo es mayor, lo que implica que la fuerza del impacto será más intensa. Esto puede resultar en lesiones más graves y, en casos extremos, incluso en la pérdida de vidas humanas. Reducir la velocidad disminuye la energía cinética y, por lo tanto, la gravedad de las lesiones en caso de colisión.
La reducción de accidentes en las carreteras es un objetivo primordial para garantizar la seguridad vial. Para lograrlo, es fundamental entender los factores que contribuyen a la disminución de incidentes y adoptar medidas eficaces en cada uno de ellos. Conoce algunos de los principales factores que tienen un impacto positivo en la reducción de accidentes:
Cumplimiento de las normas de tránsito: El respeto a las normas y regulaciones viales es esencial para mantener un entorno seguro en las carreteras. Esto incluye el respeto de los límites de velocidad, la señalización adecuada, el uso del cinturón de seguridad, entre otros aspectos.
Educación vial: La educación vial desempeña un papel fundamental en la prevención de accidentes. Promover la conciencia y el conocimiento sobre las normas de tránsito, los comportamientos seguros al volante y los peligros potenciales en la vía ayuda a crear conductores más responsables y conscientes de su entorno.
Infraestructura segura: La calidad de la infraestructura vial influye en la seguridad de los conductores. Carreteras bien diseñadas, con señalización clara, iluminación adecuada, separadores de carriles y medidas de seguridad adicionales, como barreras de protección, contribuyen a reducir la probabilidad de accidentes.
Políticas de seguridad vial: La implementación de políticas efectivas de seguridad vial a nivel gubernamental y empresarial es clave para fomentar conductas seguras en las carreteras. Estas políticas pueden incluir campañas de concienciación, regulaciones más estrictas, programas de capacitación para conductores profesionales, entre otras iniciativas.
En 2011 la OMS promulgó el documento “Salve Vidas: Paquete de Medidas Técnicas de Seguridad Vial”, en el cual recomienda a las naciones y alcaldías de todo el mundo, entre otras cosas, promulgar leyes que esclarezcan límites de velocidad a escala nacional, local y urbana.
En 2016, la Ciudad de México estableció el límite de velocidad en vías rápidas a 80 km/h, y en arterias principales a 50 km/h, esto ha reducido la tasa de accidentes viales en un 18.3%. El número de infracciones ascendió en un 200% a raíz de estas medidas.
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