En el sector del transporte y la gestión de flotas está extendida la idea de que los aditivos para combustible proporcionan un ahorro en este ámbito, además de protección al motor. Pero... ¿son realmente efectivos?
¿Cuántas veces hemos visto la gran cantidad de productos aditivos que aseguran hacernos gastar menos en combustible? Al llegar a cualquier gasolinera es común recibir la oferta de los despachadores de añadir algún aditivo. Y, con los precios del combustible al alza, la oferta siempre resulta tentadora.
Las entradas en vigor de sucesivas reformas energéticas hace que los nuevos competidores lleguen a ofrecer los aditivos para combustible ya añadidos en el gasóleo. ¿Qué hacen los aditivos?. ¿Conviene usarlos?. ¿Son realmente eficaces?
La gasolina y el diésel son líquidos corrosivos, y aunque esta corrosión que generan en el depósito de combustible y en el motor de los autos no es tan grande, aun así pueden afectar su funcionamiento. Las pequeñas partículas que aparecen por el efecto corrosivo de los combustibles pueden taponar el sistema de admisión de combustible del motor. El uso de aditivos para combustible promete limpiar todas las zonas por donde éste pasa, evitando que se formen tapones o bloqueos.
La gasolina o el diésel, combinados con algún aditivo, garantizan reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2) de monóxido de carbono (CO) y de óxidos de nitrógeno (NOx), haciendo que su uso sea más amable con el medio ambiente.
El motor de nuestros autos es un sistema que está en constante movimiento, y este movimiento tiene que estar libre de fricción. De no ser así, se pueden dañar las diversas partes del mismo. El aceite cumple la función más importante en la prevención de fricción, y los aditivos para combustible contribuyen a que esta sea aún menor.
Algunos fabricantes de aditivos para combustible aseguran que, con su uso, se aumenta el octanaje del combustible, lo cual permite al motor alcanzar mayor potencia usando la misma cantidad de combustible.
A pesar de todas estas ventajas derivadas de su uso, aún existen profesionales y organismos que se oponen al uso de aditivos en el combustible, argumentando que no solo no ayudan a mejorar el rendimiento del motor, sino que por el contrario, lo dañan. Un estudio reciente de la Procuraduría General del Consumidor arroja datos poco alentadores sobre el uso de los mismos. En los resultados de dicho estudio no se observa ninguna diferencia significativa entre el uso de combustible aditivado o normal, lo cual genera ciertas dudas sobre todas las ventajas que aseguran dichos productos.
Como siempre, la última decisión la tiene el usuario, pero recuerda que el ahorro de combustible se puede obtener mediante buenas prácticas de conducción y cumpliendo con el mantenimiento preventivo de nuestros vehículos.