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¿Qué hacer cuando das de baja un vehículo?

Escrito por Elsa Salgado | 12/04/19 12:19 PM

La política de retirada y renovación de los vehículos del servicio nos indica cuando debemos renovar el activo, cuidando así los costes variables de la operación y evitando que aumenten.

 

Los vehículos que forman parte de la flota de una empresa suelen tener un ciclo de vida más corto que los de un particular. Esto se debe al gran desgaste que sufren y la cantidad de kilómetros que realizan. Cuando llegan a su final de vida son dados de baja.

Para ello la empresa diseña una política de retirada y renovación de los vehículos. Aquí se decide cuando se deben renovar los activos (periodo de renovación), cuál será el canal de venta, quiénes los proveedores o cuánto tiempo como máximo se tendrá para realizar la venta. Esta política de retirada del vehículo se crea en función del ciclo de vida que se le quiera dar al vehículo: vida corta o larga.

 

Finales de un vehículo

Todo vehículo tiene un ciclo de vida y al final de esta podemos darle dos finales: con una vida corta, una vez finalizado el periodo máximo de tiempo, se busca retirarlo del servicio, venderlo y renovarlo por otro; o si el vehículo ha tenido una vida larga y ya no es útil, se le da de baja y se inician los trámites de retirada y baja de un vehículo de empresa.

Con la primera opción, si lo retiramos del servicio y lo vendemos, se intenta conseguir el mayor precio posible para luego utilizar ese dinero en la adquisición de uno nuevo. Este vehículo, no puede ser de renting/leasing, sino, cuando finalice el contrato de renta, el activo se devuelve a la compañía y ahí se acaban los trámites. De normal, las empresas suelen tener contratos con las compañías de renta para que cada cierto tiempo se le renueven los vehículos.

Y en el caso de elegir la segunda opción, el vehículo ya no tiene utilidad ninguna y será retirado por una grúa hasta el Centro Autorizado de Tratamiento. Allí se convertirá en chatarra y será dado de baja de manera definitiva en Tráfico. Finalmente, el cliente recibirá el Certificado de Destrucción del vehículo y el justificante de baja definitiva por parte de la Dirección General de Tráfico (DGT). Se trata de un proceso rápido y sencillo.

Entre las empresas de transporte y logística es más común la primera opción, y hacen uso de la segunda en caso de siniestros.

 

Política de renovación de vehículos de flota

En la política de renovación se decide el periodo de vida de un vehículo antes de su retirada. Este tiempo puede medirse en años, en kilómetros, o en aspectos fundamentales. Hay veces que en cuanto los vehículos empiezan a fallar en ciertos talentos, deben ser retirados, si no, pueden provocar que los costes variables de la operación aumenten. Algunos de estos aspectos son los siguientes:

Accidentes, averías y consumo de combustible: aumentan a la vez de lo hacen los años del vehículo. A partir de los 6 – 7 años se ve realmente el incremento.

Tecnología de los vehículos: esta tecnología ayuda en la reducción de emisiones contaminantes, averías, accidentes y consumo de combustible.

Imagen de marca: para tener una mejor imagen, se buscan los vehículos más novedosos del mercado.

Competencia en el mercado: la renovación de los vehículos está determinado por la competencia en el mercado en el que opera la empresa.

Sistema de información y restricciones financieras: Se trata de tener la mayor cantidad de información posible de los costes directos y el valor residual de los vehículos; así el periodo de retirada o renovación elegido será más confiable.

 

Por lo tanto, toda empresa de transportes y logística debe tener una política de renovación de vehículos. Se trata de mantener la flota en buen estado para que la operativa siga funcionando de manera correcta y no aumenten los costes variables. Cuanto más seguros estén nuestros vehículos, más segura estará nuestra empresa en el mercado.