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Los malos hábitos en el consumo de combustible

Escrito por Elsa Salgado | 18/01/19 01:51 PM

Entre los gastos de una empresa de transporte, el combustible es uno de los mayores que tiene que enfrentar a lo largo del año. Los malos hábitos en el uso de los vehículos hacen que su consumo se incremente.

 

A finales de 2018 se registraban de las tasas más altas del año en el precio del combustible, lo cual es un dato preocupante para todas las empresas del sector transporte, independientemente de su tamaño.

El gran responsable de que este consumo sea tan elevado es una conducción poco eficiente. Los malos hábitos perjudican al vehículo y hacen que su consumo sea mayor, provocando como consecuencia que el desembolso económico también. Muchas veces sin darnos cuenta realizamos malas costumbres, pero todo problema tiene su solución. Para ello un buen gestor de flotas lleva el control de combustible detectando las crisis y actuando en consecuencia a ello.

Mal hábito - No llevar una velocidad constante

El hecho de ir más rápido de la cuenta, dar frenazos, luego acelerones y cambiar de marcha de manera innecesaria, provoca que el tanque de combustible de nuestro vehículo se vacíe antes y más rápido, haciéndonos recargar combustible más a menudo y suponiéndonos un gasto mayor al debido.

Solución - Poner sensores para indicar la calidad de la conducción

Los sensores ayudan a controlar elementos como las paradas, acelerones o frenazos innecesarios. Estos sensores extraen datos de la conducción y más tarde son analizados para encontrar el problema y dar una solución, consiguiendo así optimizar la manera de conducir y ahorrar combustible.

Mal Hábito - Dejar el motor encendido en paradas largas

Si vas a pararte durante un rato, apaga el motor del coche. El uso de combustible es para gastarlo mientras te desplazas con el vehículo y no mientras están con el coche durante una larga espera.

Solución - Apagar el motor durante los tiempos de espera

Cuando por la razón que sea, vayas a pasar un tiempo considerable sin mantener el vehículo en movimiento, lo correcto es apagar el motor para que el consumo de combustible no exceda y consigamos reducir gastos.

Mal hábito - No escoger la ruta adecuada

La ruta adecuada es aquella en la que el camino es más corto, más rápido o en mejor estado. Si no elegimos la ruta más adecuada nuestra conducción se verá afectada y el gasto de combustible aumentará. Tenemos que tener cuidado con los destinos desconocidos porque es más probable que elijamos una ruta inadecuada y que acabemos conduciendo más kilómetros y consumiendo más combustible del necesario.

Solución - Elección de rutas

Hay que comprobar las rutas antes de realizarlas para finalmente poder elegir la más adecuada para ese trayecto. No siempre la más corta o la más rápida son las mejores. Hay factores como el tráfico o el tiempo que pueden hacer que rutas óptimas, un día en concreto, dejen de serlo. Por ello, lo recomendable es comprobar las rutas antes de macar el viaje y elegir la correcta. Así, la conducción será más eficiente y el gasto de combustible menor.

Mal hábito - Tener los neumáticos en mal estado

Aparte de que se consuma más combustible con los neumáticos en mal estado, también es un tema de seguridad y hay que poner mucho cuidado en ello. Es necesario comprobar la presión y llevar un mantenimiento regular y correcto.

Solución - Programar mantenimientos

Para que no haya problema con nuestros vehículos, es necesario programar mantenimientos regulares que nos ayuden a revisar que no hay ningún problema con nuestros neumáticos ni nada que pueda perjudicar en nuestra conducción y seguridad.

 

Todos estos malos hábitos afectan al consumo de combustible y hacen que su gasto sea mayor. Por lo tanto, la gestión de control de combustible tiene que ser eficiente y la mejor manera de llevarla a cabo es contando con la ayuda de herramientas inteligentes: GPS.

A través de este dispositivo podemos recabar información valiosa sobre rutas, hábitos de conducción o programas mantenimientos que avisen al recorrer una cantidad de km establecidos. Se trata de recoger información para analizarla y tomar medidas en consecuencia.

Con un sistema de gestión de flotas por GPS podrás acabar con todos estos malos hábitos y conseguir que el consumo de combustible disminuya suponiéndote un gasto menor. Además, no solo se reducirán los gastos, también lo harán las emisiones de CO2, consiguiendo un ambiente más favorable para todos.