Un buen gestor de flota debe tener unos hábitos diarios que le ayuden a organizarse y controlar su flota para conseguir optimizarla y sacar el máximo rendimiento de ella.
Con el paso del tiempo todo evoluciona y si no adquieres nuevo conocimiento te quedas obsoleto. El trabajo de un gestor de flota está en contante adecuamiento y cada vez se vuelve más exigente. Por ello, hay que estar preparado en todo momento, siempre con el objetivo de sacar el mayor rendimiento a la flota.
Un buen gestor de flota debe acordarse de partir siempre desde el mismo punto. Desde el primer momento de la gestión, se debe tener en cuenta hasta el más mínimo detalle. Todo tiene que quedar registrado, lo cual luego nos dará reportes más completos y nos ayudará a tomar mejores decisiones. Toda esta recapitulación de detalles se llevará a cabo con la digitalización de los procesos que utilizan día a día. Así, el gestor solo se encargará de controlar, interpretar y analizar los resultados consiguiendo marcar la diferencia en sus operaciones.
El registro constante y la digitalización masiva marcan una diferencia en la forma de trabajar, pero para facilitar la tarea del gestor, hemos recopilado una serie de hábitos que hay que tener siempre en cuenta y manejar cada día para conseguir mayor efectividad:
1. Selección y adquisición de vehículos
El gestor debe seleccionar la cantidad y el tipo de vehículos que formarán parte de su operación, intentando reducir gastos sin afectar a la actividad.
2. Conocimiento sobre el posicionamiento de los vehículos
Saber dónde, cuándo, cuánto tiempo y con que frecuencia se utilizan los vehículos. Así conocerás los trayectos, las distancias y la duración de los viajes de tu flota.
3. Respetar tiempos de descanso y de trabajo
Conociendo el tiempo que tus conductores están al volante y los descansos que realizan, podrás planificar las actividades correctamente y cumplir la normativa.
4. Ordenar órdenes de trabajo
Si conocemos qué ordenes de trabajo no han sido finalizadas en ese día se puede mejorar la planificación para el día siguiente.
5. Mejorar los estilos de conducción
Se trata de mejorar el modo de conducir para reducir el consumo de combustible y a su vez aumentar la seguridad. Un buen gestor debe apoyar siempre las buenas prácticas consiguiendo optimizar la actividad.
6. Control del consumo de combustible y CO2
Se trata de analizar y controlar la evolución del consumo de combustible en un periodo determinado. Así, se podrá ver si hace falta realizar algún cambio como elegir rutas más eficientes, ver información de tráfico, etc. Controlando el consumo de combustible también conocemos la emisión de CO2 y tomar medidas para reducirla. Para conseguirlo se deben realizar actividades como la implementación de buenas prácticas de conducción, controlar el uso de combustible, controlar el robo del mismo, optimizar rutas…
7. Seguimiento del mantenimiento de los vehículos
Hay que llevar un control de las tareas de mantenimiento realizadas que se están llevando a cabo o que están pendientes de cada vehículo. Para llevar el control de un mantenimiento en un vehículo primero hay que conocer el vehículo y luego hay que tener en cuenta factores como el tipo de mantenimiento que ese vehículo necesita, los lugares donde será usado y el tiempo a usar.
Con una lista clara de las características del vehículo y lo que necesita, el gestor ya puede coordinar el mantenimiento necesario, ya sea en un taller interno o externo.
Por lo tanto, para ser el gestor de flota más eficiente debes tener controlado ciertos puntos que debes convertir en hábitos a realizar día a día para que no se te escape nada y siempre apoyándote en las herramientas digitales existentes para conseguir marcar la diferencia.