La sociedad evoluciona y con ella los diferentes sectores que la conforman. Si la forma de comprar cambia y el e-commerce se populariza, la forma en la que el paquete llega al cliente también debe mejorar. Esta fase del proceso se conoce como la última milla.
Cuando se realiza una compra online, el transporte entra en juego desde el momento en el que se recoge el paquete del almacén hasta que llega al cliente. En este plazo de tiempo se debe cumplir un servicio, pero cada vez los clientes exigen que el tiempo de envío sea menor, que la última milla se complete más rápido.
¿Qué es la última milla?
También conocida como distribución capilar, es la gestión del transporte de paquetería en el último trayecto que se realiza para la entrega final. Una serie de paquetes se agrupan y luego se distribuyen en una ciudad en diferentes zonas.
La última milla tiene mucha importancia en la logística y en la gestión de la flota de vehículos porque conlleva un doble reto. Por un lado, tiene que ajustarse a los costes, al presupuesto del negocio, tanto en los gastos de transporte como de personal y; por otro lado, además se tiene que lograr satisfacer al cliente entregándole su paquete en el menor tiempo posible.
Como puedes ver los dos se complementan, porque en la última milla logística se realizan distribuciones con vehículos no tan cargados, por lo tanto la flota en servicio tiene que ser mayor, los gastos aumentan y los factores externos que puedan ocurrir en la ciudad, como el tráfico, también puede perjudicar al negocio.
Por ello, para que se reduzca el tiempo y el servicio siga siendo óptimo se necesita que la logística del negocio esté optimizada al completo y mejore el servicio de la última milla.
Claves para optimizar la última milla
- Planificación y optimización de rutas: cuando se circula por ciudad, se tienen que ver cuáles son las rutas más eficientes para evitar atascos u otros hándicaps que puedan perjudicar la entrega del paquete.
- Contar con la tecnología adecuada: se bebe utilizar el sistema de gestión de flota adecuada a las necesidades de cada empresa para gestionar la flota y el servicio otorgado de manera correcta.
- Analizarlo todo: con un sistema de gestión correcto, se conseguirán datos y después se podrá analizar todo para tomar mejores decisiones. El primer paso para ello es conocer la realidad de lo que está ocurriendo en nuestra logística de última milla.
- Conocer en tiempo real: se debe poder tener un seguimiento de la última milla al momento, de esta manera podremos evitar futuros inconvenientes o ver en qué se ha fallado y cómo mejorar.
Se espera que para 2030, más de 600 millones de personas vivan en ciudades, lo que conllevará un servicio de transporte y logística más óptimo. Por ello, es importante que la última milla esté reforzada por un sistema de gestión de flota que ayude a controlar, analizar y tener un seguimiento de los vehículos y los datos obtenidos en esta última fase del proceso de entrega. Conseguirás evitar los atascos y reducir el gasto que ocasionan. Si aún no sabes cuánto te esta costando y cómo te puede beneficiar, echa un vistazo al siguiente artículo.