Entregar la mercancía al cliente final en el menor tiempo posible se ha convertido en el gran reto del sector logístico. Sobre todo para empresas que basan su modelo de negocio en el comercio electrónico.
La demanda por parte de los usuarios se ha incrementado por dos razones: practicidad a la hora de hacer un pedido en cualquier momento y la necesidad de tener su producto en el menor tiempo posible.
Desde el punto de vista del e-commerce, la última milla en logística tiene una enorme incidencia tanto en los costes como en la experiencia del cliente y su satisfacción por la compra.
Esto se traduce, por ejemplo, en la apuesta por instalaciones logísticas estratégicamente mejor situadas. El cliente hoy demanda productos del más diverso tipo, desde ropa hasta alimentos, pasando por muebles o electrónica, lo que supone un reto en sí mismo para cada tipo de producto.
Lo hace, además, con más expectativa de recibirlo en poco tiempo que nunca. Existen varias razones que explican la creciente relevancia que ha adquirido la última milla en la cadena de transporte.
El comercio electrónico ha evolucionado desde la compra y la entrega tradicional en la tienda física, hasta la actual integración de canales y plataformas.
Los clientes emplean distintos soportes (tienda física, web, aplicaciones de smartphones, redes sociales, llamada telefónica, etc.) para comprar, con independencia de horarios y del día de la semana del que se trate.
La omnicanalidad debe dar respuesta a esa demanda, y ello supone un desafío mayúsculo para la optimización de la última milla, es decir, el transporte que va desde el almacén en el que se guarda el producto hasta la correspondiente entrega en la vivienda.
En comparación con el resto de la cadena de transporte, la última milla logística representa todo un desafío. De ahí la importancia de planificar correctamente las rutas.
A la hora de proyectar esas rutas hay que considerar que pueden darse todas estas situaciones, o varias de ellas a la vez:
Fechas concretas como Día de las Madres, Navidad, Black Friday y otras, representan uno de los picos altos de más demanda en comparación de fechas cotidianas para una empresa. Las campañas y promociones alrededor de este tipo de temporalidades disparan las ventas y por ende, la entrega de pedidos en tiempos muy cortos.
Las empresas se enfrentan a un gran reto tanto de operación, administración y logística. Sin embargo, también representa una oportunidad para optimizar procesos y así brindar una experiencia al cliente satisfactoria.
La actual cadena de transporte se enfrenta en la última milla logística al desafío de adaptarse a la actual diversidad de puntos de entrega con el que cuenta cada cliente.
Domicilios, buzones particulares, buzones click & collect, tiendas de recogida y oficinas son algunos de los principales, lo que incrementa la posibilidad de que surjan incidencias.
¿Estás listo para hacerle cumplir con los estándares de los clientes de hoy en día?