El comercio electrónico ha revolucionado la forma en que compramos y vendemos productos, pero detrás de cada clic en "comprar ahora" se esconde un proceso crucial que impacta directamente en la satisfacción del cliente: la última milla.
Con el aumento constante del sector de comercio electrónico en México, se vuelve más relevante el proceso de la etapa final de la entrega, que influye considerablemente en la satisfacción del cliente y en la percepción general de la compañía. Esta etapa es conocida como la última milla.
La última milla, como bien lo mencionamos, es la etapa final de la cadena de suministro, desde el centro de distribución hasta la puerta del cliente. Y su importancia es innegable: según datos recientes, la última milla representa hasta el 53% del costo total de la cadena de suministro y el 41% de su impacto ambiental.
Las empresas dedicadas al comercio en línea enfrentan retos particulares debido a la naturaleza específica de sus actividades y a las crecientes expectativas por parte de los consumidores.
La última milla es mucho más que la simple entrega de un paquete. Es el último contacto tangible entre la empresa y el cliente, y en muchos casos, es lo que el cliente recuerda de su experiencia de compra. Un retraso o una entrega fallida puede influir significativamente en la percepción de la marca y en la decisión de compra futura del cliente.
La eficiencia en la última milla es crucial. Un estudio reveló que alrededor del 60% de los consumidores han abandonado una compra en línea debido a opciones de envío poco satisfactorias. Además, el 94% de los consumidores afirma que una entrega puntual mejora su percepción de la marca. Estos datos demuestran que la última milla no solo es un aspecto logístico, sino un componente esencial para la retención de clientes y la construcción de lealtad a la marca.
En este contexto, la tecnología desempeña un papel fundamental para optimizar la última milla. Las soluciones de gestión de flotas y rastreo permiten un monitoreo en tiempo real de los vehículos, lo que se traduce en entregas más precisas y rápidas. Las rutas pueden ser ajustadas en función del tráfico y las condiciones climáticas, reduciendo así los retrasos. Además, la implementación de tecnologías como vehículos autónomos y drones promete transformar aún más la forma en que se realiza la última milla.
Otro aspecto importante es la sostenibilidad. La última milla es responsable de una gran parte de las emisiones de CO2 en la cadena de suministro. Esto ha llevado a un aumento en la adopción de vehículos eléctricos y soluciones de entrega más ecológicas. Las tecnologías de gestión de flotas también juegan un rol aquí, al permitir la optimización de rutas para reducir la distancia recorrida y, por lo tanto, las emisiones.
Finalmente, la última milla tiene un impacto directo en la experiencia del cliente. Las empresas que pueden ofrecer entregas precisas, rápidas y convenientes tienen una ventaja competitiva. La posibilidad de rastrear el pedido en tiempo real y recibir notificaciones de entrega también contribuye a una experiencia positiva. La última milla, por lo tanto, se ha convertido en un diferenciador clave en el mercado competitivo del comercio electrónico.
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