En el sector de la logística, el transporte y la gestión de flotas se habla de ruteo, o enrutamiento, cuando se busca obtener el mejor recorrido posible de los vehículos para ir desde un punto hasta otro. Normalmente, desde el punto de salida de la unidad hasta los diferentes puntos de distribución y/o llegada. Los protocolos de ruteo son el conjunto de prácticas destinadas a que las unidades circulen por las rutas óptimas de acuerdo a cada situación particular y en función de varios criterios.
¿Cómo es el protocolo de ruteo ideal?
El enrutamiento de las unidades vehiculares de una flota es una parte crucial de la gestión de flotas, ya que entran en juego factores tan importantes como el tiempo de entrega o la satisfacción de cliente, pero también otros de muy largo alcance y repercusión en los costos de la operativa. Entre estos últimos destaca la vida útil de los vehículos, el consumo de combustible o el gasto en mantenimientos. Se puede afirmar que el protocolo de ruteo perfecto es el que:
Como consecuencia de todo ello, un protocolo de ruteo adecuado no solo ajusta la utilización de los recursos a lo necesario, sino que reduce el coste total de operación de una flota y contribuye a maximizar el beneficio.
Tanto el enrutamiento como la asignación de vehículos y conductores se ha realizado de manera manual e intuitiva durante décadas por parte de los gestores de flotas, que daban órdenes de transporte a los operarios de una manera centralizada. De esta forma era muy complicado medir la eficiencia de los recorridos realizados por los conductores y, por otro lado, no se podían tener en consideración las incidencias que podían surgir sobre la marcha.
El enfoque actual para conseguir el protocolo de enrutamiento idóneo es completamente distinto en las compañías que se encuentran en alguno de los puntos del proceso de transformación digital del sector. En primer lugar, se ha pasado de un planteamiento estático de las rutas a otro dinámico, en el que la Inteligencia Artificial y el Machine Learning juegan un papel fundamental. Un sistema de optimización de rutas es una herramienta que ayuda a eficientar los procesos y a abaratar los costos de manera drástica.
Por otro, la automatización es clave para establecer comunicaciones entre redes de comunicación que conviertan el enrutamiento en algo abierto a modificaciones derivadas de numerosos factores. Por ejemplo, entregas fallidas, congestiones de tráfico, averías mecánicas o accidentes. Todos ellos obligan a replantear sobre la marcha las rutas de distribución y entrega o los recorridos de las flotas comerciales.
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Son varios los factores que influyen de manera directa en los protocolos de ruteo, que si bien son más sencillos en el caso del traslado de mercancías en largas distancias, se vuelven mucho más complejos en el caso de la distribución urbana y el delivery last mile. Junto con la ubicación del punto de salida y los de entrega, el trazado de la vía es un factor que entra en juego con enorme importancia.
El enrutamiento óptimo brinda a los gestores de flotas la capacidad de obtener datos con los que conocer en todo momento y en tiempo real dónde se encuentra cada unidad, qué recorrido ha cubierto ya y cuál es el que tiene pendiente de realizar. Cuando las rutas de los paquetes, o de las visitas comerciales, son controladas, las acciones deben ser optimizadas al máximo para permitir que cada parada se realice del modo más rápido y eficiente posible.
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