La gestión de flotas conlleva muchos problemas que deben ser localizados y solucionados a tiempo.
Cada vehículo es único y dependiendo de la conducción, el mantenimiento, accidentes u otros factores, su rentabilidad se verá perjudicada o no. Existe un método para reducir los problemas denominado Causa-Raíz. Su principal objetivo es evitar la recurrencia de un problema o defecto a través de identificar sus causas.
Dentro de los procesos de nuestra propia flota pueden existir más de una Causa- Raíz, es por ello que debemos identificarlas, para después poder medirlas y llegar finalmente a convertir la cultura reactiva para solucionar los problemas, en una cultura proactiva.
Por lo tanto, ¿tienes identificadas tus causas? Si no es así, te compartimos ejemplos de cómo puedes identificarlas:
Si el 60% de mis mantenimientos es correctivo:
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- ¿Estoy haciendo los preventivos en tiempo?
- ¿Estoy haciendo los preventivos correctos?
- ¿Mis conductores están bien capacitados?
- ¿El servicio mecánico con el que cuento es de calidad?
- ¿Las refacciones que compró tienen el desempeño que mi vehículo necesita?
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- ¿Puedo identificar si es por terceros involucrados?
- ¿Por fallas mecánicas?
- ¿Por responsabilidad de mis conductores?
Estos son algunos ejemplos de cómo debes plantear el problema o problemas que conlleven una baja rentabilidad entre tus vehículos. Conociendo la causa raiz, descubriendo qué es lo que falla, podrás ponerle una solución y conseguir tu objetivo de una rentabilidad óptima.
Y si quieres solucionar problemas como pueden ser los de mantenimiento, para ello debes saber cómo realizar un plan de mantenimiento óptimo.